domingo, 14 de junio de 2009

Un objetivo trascendente para mi existir


Téngase presente que también se puede disfrutar con lo que se hace… Téngase presente que también se puede disfrutar con las tareas cotidianas, téngase presente que también se puede ser feliz en la rutina…

Téngase presente que también se puede disfrutar enfrentándose a los contratiempos y a las adversidades… y también téngase presente que esos contratiempos y esas adversidades nos pueden dejar enseñanzas sumamente útiles para nuestro futuro comportamiento, y experiencias de vida muy útiles a transmitir…

Téngase presente que también se puede disfrutar de los compromisos y de las responsabilidades…

También téngase presente que se puede sentir enorme orgullo y felicidad, luego de ver realizada una labor en un nivel de excelencia, en un nivel que ya nuestra capacidad no nos permite mejorar más…

También téngase presente que se puede trabajar con gusto, y en perfecta armonía con el entorno…

También téngase presente que se puede obtener enorme gozo al comprobar que nuestras ideas y que nuestros consejos y que nuestras enseñanzas y que nuestras acciones y que nuestros escritos, han influido positivamente con el entorno, tal vez mejorando la calidad de vida y la perspicacia de enfoque de algún ser querido, tal vez transmitiendo un saber a un grupito de personas, tal vez elevando la autoestima de alguien, tal vez concretando una denuncia y así impidiendo un dolo, tal vez pensando en los problemas de hoy día y en su proyección a futuro, y a la vez intentando dar una respuesta o solución a esas temáticas, etcétera, etcétera…

También téngase presente que muy buenas satisfacciones por cierto pueden obtenerse, logrando el propio mejoramiento interior, logrando el propio fortalecimiento y la propia autosuperación…

Y también téngase presente que puede haber enorme satisfacción en trascender, o por lo menos en tener la débil esperanza de actuar de tal manera, que algún día alguien pueda tomar esa conducta como referencia o como modelo…

No desperdicie su tiempo en intentar resolver problemas de escasa importancia, o en intentar resolver problemas que están mal planteados, o en intentar resolver problemas que posiblemente ni siquiera existan, o en intentar resolver problemas que no tienen solución…

Por cierto… Por cierto… No desperdicie su tiempo en intentar resolver problemas imposibles… en intentar resolver la cuadratura de un círculo… o en intentar resolver la rectificación de una circunferencia…

La construcción de un cuadrado de igual superficie a la de un determinado círculo, cuando para ello solamente se puede utilizar regla y compás… y también la construcción de un segmento de recta de longitud igual a la del perímetro de una circunferencia, cuando para ello solamente se puede utilizar regla y compás… con toda certeza son ambos problemas que no tienen solución… con toda certeza son ambos problemas insolubles… y debido a la notoriedad que en su momento tuvieron estos dos planteamientos, hoy día ellos son paradigma de problemas imposibles de resolver, hoy día ellos son ejemplos arquetipos de planteamientos falaces y engañosos…

En resumidas cuentas y por encima de todo, no desperdicie su tiempo en intentar resolver lo que es imposible o lo que directamente difícil que sirva para algo…

No desperdicie su tiempo en intentar resolver lo que no tiene solución…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente e importante…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente… como por ejemplo, a realizar acciones que le dejen satisfecho, y que le permitan obtener ese gozo interior de comprobar que ha hecho bien los deberes…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente… como por ejemplo, al mejoramiento del propio ser interior, al mejoramiento de las propias conductas, al mejoramiento de la propia interacción social…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente… como por ejemplo, a la propia y conciente evolución, a la propia y conciente superación… y dedique su tiempo a hacer esto con gusto y con alegría…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente… como por ejemplo, a intentar servir a la humanidad, a intentar servir a la especie, a intentar servir a los desvalidos, a intentar ayudar a quienes han tenido menores oportunidades que usted, a intentar ayudar a la propia familia, a intentar ayudar al vecino, a intentar ayudar de una u otra forma a alguien de su entorno social…

Dedique su tiempo a lo que valga la pena… dedique su tiempo a lo realmente trascendente… como por ejemplo, a ser internamente más libre, o como por ejemplo, a guiarse menos por los prejuicios y por el qué dirán… o como por ejemplo, pensando cómo podría llegar a construirse una organización social que fuera más eficiente, más justa, más solidaria, más libre, más racional, más equitativa… y dedique su tiempo a hacer esto con gusto y con alegría y con emoción apenas contenida… Acepte este desafío de rasgos utópicos…

¿Cómo dice?… Usted afirma que intentar describir un proyecto de sociedad ideal, en la que la violencia casi no exista, en la que las guerras solamente sean acontecimientos curiosos registrados en los libros de historia y referidos a épocas ya muy anteriores, en la que la corrupción y la malversación de fondos sean cosas del pasado, en la que el abuso se dé en un reducido número de casos patológicos, puede tal vez llegar a ser buen argumento para un escrito de ficción, pero nunca llegará a ser una realidad palpable…

¿Es esa realmente su opinión?… ¿Es eso lo que usted realmente piensa?…

Permítame que en lo personal discrepe con usted… Tengo derecho a pensar de una manera diferente… Tengo derecho a que usted no me quite la ilusión y la esperanza que anima mi mano y mi pluma y mi espíritu y mi acción…

Agustí Chalaux de Subirà dedicó buena parte de su existencia y de sus esfuerzos a perseguir un sueño, a tratar de esbozar una estructura social en la cual se favorecieran las conductas sanas y honestas y equilibradas, tanto con el entorno familiar como con el entorno socio-financiero y con el entorno natural… Puede que la solidaridad, que la honestidad, que la virtud, que la compostura, que la transparencia, sean conductas naturales e intrínsecas en algunos individuos, pero indudablemente ello no se da en todas las personas… La idea brillante y salvadora puede consistir por tanto en crear una especial infraestructura económica y una importante transparencia financiera y social, con las cuales el comportamiento medio y generalizado de las personas cambie, acercando sus conductas a lo que en el plano teórico podríamos considerar idílico y modélico…

Y permítaseme concluir estos pensamientos con un pasaje de un hermoso poema del escritor argentino Jorge Luís Borges, y cuyo título es “Para una versión del I Ching” o “Para una versión del I King”…

El rigor ha tejido la madeja,
No te arredres, la ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro,
Puede haber una luz, una hendidura.

Téngase presente que por largo y oscuro y profundo que sea el túnel, la luz está esperando a la salida…

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