
Los detalles no se marcan. Se hace abstracción de ellos. Con frecuencia los detalles distraen, y no dejan comprender el todo. Por eso conviene suprimir detalles.
Un crepúsculo. Contraste de iluminación. A lo lejos y sobre el horizonte, el sol que muere, y que tal vez oculta algo, un rancho, un refugio. Más cerca un carro con los amigos inseparables: caballo de tiro, y hombre, bestia dócil y obediente, y humano. Un carro que da la apariencia de subir la loma.
¿De subir la loma, o de bajarla? Como en la narrativa de Julio Cortázar, hay un sesgo de incertidumbre.
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