sábado, 11 de abril de 2009

Encarnación mágica (k1)

Acostumbrarse a escribir respetando cualquier restricción de contexto, cualquier idea-fuerza, cualquier sugerencia o imposición, es una de las virtudes que debe desarrollar todo buen escritor.

Al escritor aquí se propone que desarrolle un cuento o narración breve, que en forma central maneje la idea de una encarnación, o sea que imagine y exponga una posible unión entre una conciencia humana y un cuerpo eventualmente no humano, o una posible simbiosis entre una conciencia superior y un cuerpo de persona o de animal.

El escritor que realice este experimento tendrá libertad para encararlo de la forma que pueda, de la forma que entienda es más conveniente e interesante.

Podrá por ejemplo encarar el tema de la encarnación con un sentido teológico y ortodoxo, asumiendo que la Palabra de Dios se hizo carne, o sea asumiendo que la Divinidad se expresa a través de un cuerpo humano, así también recibiendo y sufriendo todas las contingencias y todos los avatares y sufrimientos propios de los humanos.

Podrá también encararlo con un sentido muy metafórico que en nada se relacione con la religión, por ejemplo bajo la ya conocida técnica del realismo mágico.

Y sin lugar a dudas, podrá también encararlo sobre la base que una encarnación realmente ha ocurrido, debido a alguna razón o circunstancia o maleficio o hecho sobrenatural, y manteniendo esta suposición en forma muy consistente y coherente todo a lo largo de la obra.

En este último caso, en esta última hipótesis de trabajo, bien se podría buscar inspiración y modelo en una muy interesante narración de Franz Kafka que se titula “La metamorfosis”.

Para el caso que el escritor decida desarrollar este último enfoque, seguidamente se transcribe el texto completo de este sugestivo cuento largo escrito originalmente en lengua alemana por el mencionado pensador checo-judío.

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