sábado, 11 de abril de 2009

Escribir debe dar placer, escribir también puede ser un juego (o1)

El lector que hasta aquí haya llegado con la lectura del presente documento, aunque haya salteado algunas de las secciones anteriores, con toda certeza debe estar interesado en el tema de la literatura y en la cuestión de escribir. Ahora bien, ¿de dónde vendrá este interés por escribir y por la literatura, y por qué habrá sido que el mismo pudo haberse generado? Y sobre todo, y especialmente, ¿qué ventajas puede aportar la práctica de la escritura a quienes se dediquen a esta actividad con cierta dedicación y energía?

Por cierto hay escritores que comienzan a escribir por razones y motivaciones muy diversas, y en esta actividad tienen altos y bajos e inicios en muchos casos indecisos e incipientes, y luego, y de repente, y en forma súbita, y en determinado momento, ellos se transforman en verdaderos maestros de la escritura, logran cierto reconocimiento profesional y social, y a partir de allí se dedican a la literatura casi por entero. Y en lo sucesivo viven de los derechos de autor que logran obtener por sus diferentes obras, eventualmente complementando estos ingresos con otros derivados de actividades periodísticas o similares, ocupaciones educativo-pedagógicas (cursos, seminarios, conferencias, asesoramientos, consultorías), etcétera, etcétera.

Evidentemente la mayoría de los aprendices de escritores no tienen con la literatura un noviazgo tan exitoso como el que recién fue indicado.

Pero nótese que el arte de escribir está en la raíz del uso del lenguaje, y el lenguaje es el instrumento que nos permite mejor aprender de nuestros pares, mejor establecer nuestros raciocinios, y mejor comprender el mundo que nos rodea.

El arte de hablar, el arte de expresarse en forma oral, y también el arte de escribir, sin duda nos ayudan en la vida cualquiera sea la profesión que estudiemos o la ocupación que desarrollemos, cualquiera sea nuestro entorno familiar, y cualquiera sea el nivel sociocultural en que nos encontremos inmersos.

Ciertamente hay diversas profesiones muy vinculadas con la escritura y/o con la expresión oral.

Por un lado están quienes desarrollan obras literarias de ficción en prosa o en verso, pero también están los editores, los periodistas, los cronistas, los guionistas, los divulgadores, los críticos de literatura o de arte, los historiadores, los escribanos, los abogados, los locutores, los comentaristas, y también los filósofos, los politólogos, los sociólogos, los economistas, los analistas socioculturales, los diplomáticos, los sindicalistas, los maestros y profesores.

Con toda evidencia de una u otra forma todo se relaciona con la expresión oral y con la escritura.

Las madres que se dedican a la casa y a atender a sus hijos pequeños, conviene que sepan bien expresarse oralmente y que también sepan escribir con relativa soltura, pues de una u otra forma ellas siempre transmitirán este saber a su descendencia, además por cierto de todas las otras ventajas que estas destrezas les aportan, en relación a los asuntos cotidianos, en relación a sus contactos familiares y sociales, en relación a sus posibles dedicaciones laborales de tiempo parcial, etcétera, etcétera.

Los comerciantes y los vendedores y los gestores casi podría decirse que viven de lo que hablan y de lo que escriben. Y en mayor o menor grado prácticamente todas las profesiones y todas las tareas ocupacionales de una u otra forma se apoyan en lo que se habla y en lo que se escribe. De una manera o de otra todas las actividades humanas se relacionan con la expresión oral y con la expresión escrita.

Por todo esto es que es importante que las personas aprendan a generar mejores escritos de ficción, aún cuando no piensen en dedicarse a esta actividad en forma profesional, pues sin duda esto mucho les servirá de entrenamiento para mejorar sus formas de redacción y de expresión, y directa o indirectamente beneficiará una cantidad de cuestiones vinculadas con la vida diaria y con el ejercicio ocupacional.

Además, si alguien mejora su expresión escrita, en general también mejora su expresión oral, pues sin duda hay una relación y una sinergia muy especial entre estas dos destrezas.

Evidentemente el desánimo cunde en cualquiera si algo debe ser desarrollado por obligación y a desgano, así que quienes se dediquen a escribir obras de ficción en forma profesional o como simple actividad lúdica, deben estar contentos con realizar esta tarea, les debe agradar escribir y luego de algún tiempo releer sus propias obras, deben sentir ese llamado interior que les anima a escribir y a así trasmitir sus ideas y sus vivencias y sus creaciones y sus invenciones a un número potencial de lectores.

Los niños aprenden muchísimas cosas a través de los juegos. Las crías de animales también juegan, y a través de los juegos van fortaleciendo sus músculos y se van entrenando para la caza y/o para la huía. Y la actividad de la escritura también puede ser encarada como una especie de juego.

Lo que se propone como ejercicio al lector en la presente sección, es que trate de formar un pequeño grupo de personas que estén dispuestas a realizar el experimento que aquí se propone y se describe.

El ejercicio aquí sugerido se divide en cuatro etapas o partes. En la primera etapa se deben escribir uno o dos posibles párrafos de inicio de cuento, así como uno o dos posibles párrafos de fin de cuento, y esto deben hacer todos quienes participen en este experimento, e independientemente uno de otro, o sea sin que exista alguna consigna especial a seguir o algún tipo de coordinación o acuerdo.

En una segunda etapa se deben entreverar los párrafos de inicio, de modo que al corresponderlos con la lista de párrafos de fin de cuento, se obtengan parejas de principio y de conclusión redactadas por diferentes autores. Subsiguientemente se sortearán las parejas obtenidas en la segunda etapa entre todos los participantes.

Y por último, en la etapa final o etapa número cuatro, cada escritor deberá escribir un cuento razonable y coherente, con una trama comprensible e interesante y con cierta conclusión o mensaje, de forma que el mismo comience con los párrafos de inicio que le tocaron en suerte, y de forma que el mismo termine o concluya con los párrafos de fin que le fueron adjudicados.

Como ya se dijo, ninguna consigna especial será impuesta a los participantes en cuanto a la redacción o a la orientación de los párrafos de inicio y de fin. En ellos podrán mencionarse uno o varios personajes, o por el contrario allí solamente podrá hacerse una descripción de ambiente. En ellos podrá esbozarse alguna posible y emocionante aventura, o referirse más bien a los sentimientos humanos o a algún problema filosófico, o simplemente aludir a sencillas e intrascendentes tareas cotidianas. En ellos podrá delinearse o sugerirse algún desenlace trágico, o por el contrario más bien podrá bosquejarse un final tranquilo y feliz.

En resumen, cada participante deberá concebir y generar una narración más o menos corta, en el estilo que mejor le acomode, pero con párrafos dados de inicio y de fin, pero con párrafos impuestos de comienzo y de finalización.

Aquí el truco consistirá en concebir la narración de una forma coherente y con continuidad de estilo, de forma que los párrafos de inicio no queden descolgados del resto, como si ese inicio fuera algo espurio o extraño. Con posterioridad, inteligente y creativamente se deberá torcer el rumbo de los acontecimientos, de forma de establecer un desenlace creíble cuya redacción culmine con los párrafos de fin.

Y como ya se estableció, y como ya fue dicho, los párrafos de inicio y de fin podrán ser variados, sin tener que seguir ninguna consigna especial, sin tener que ser estructurados de una forma particular.

Para ejemplificar, a continuación se transcriben dos párrafos que bien podrían ser el inicio de un cuento.

<< En el parque los pajaritos piaban a más no poder, dando la impresión de acompañar el alboroto que había explotado en la reunión campestre.

<< Alberta, con el brazo tembloroso y el corazón en la boca pues no sabía bien lo que pasaba, tomó rápidamente la mano de su hijo Alejandro, pues ciertamente su primer impulso fue la inmediata huida. Alejarse de ese enclave parecía ser lo más adecuado en esos momentos. No obstante algo la retuvo en el lugar, como si le hubieran ordenado no moverse, como si la hubieran rociado con gas paralizante.

Más abajo se establecen otros dos párrafos que bien podrían ser la conclusión de otro cuento, o el final del cuento continuación de los dos párrafos anteriores.

## El sol con rapidez se acercaba al horizonte lanzando fuegos amarillos y anaranjados y rojizos. El hombre miró a los húmedos ojos de la mujer, y ella también miró a los ojos de él. La heroína esbozó una muy amplia sonrisa, despertando en el hombre sus más tiernos y profundos sentimientos. Y con dulzura ambos se tomaron de la mano.

## Él dijo a ella: «Vamos, se nos hace tarde.» Mirado en retrospectiva, lo sucedido había sido extraordinario, lo acaecido había tenido ribetes cinematográficos. La historia no parecía haber sido trazada por el simple azar y por un discurrir común y corriente de # acontecimientos, sino que en ella se notaba el fino y emotivo toque del Creador. Y ella dijo a él con emoción que claramente se traslucía en su entonación de voz: «Vamos. No quiero separarme de ti nunca más. Quiero vivir junto a ti por el resto de mis días.»

Seguidamente se insertan otros posibles párrafos de inicio y de fin de una narración, con la finalidad de mostrar claramente lo asistemático de estos posibles contenidos.

<< En la sombra de los árboles buscaron la privacidad e intimidad necesaria para poder dar rienda suelta a su lujuria. Tanto ella como él necesitaban poder expresarse con caricias y con besos. Poco a poco se fueron desprendiendo de algunas prendas, dejando al descubierto zonas de piel que entonces fueron alcanzadas por el ardiente aire veraniego. Y fueron precisamente esas partes de piel desnuda, las que fueron recibiendo las cataratas de roces y de labios húmedos.

<< Así disfrutaban de sus cuerpos y del momento, cuando percibieron una presencia extraña que ciertamente les tomó por sorpresa, obligándoles a interrumpir aquellos refinados placeres que recién comenzaban a brindarse.

## La intensa lluvia espoleaba sin piedad los techos de la gran casona, provocando en la estancia un ruido de fondo que reforzaba el sentimiento de tristeza y de desamparo que allí reinaba. Todos estaban sentados en torno de la gran mesa, y unos a otros se miraban en silencio, como preguntándose quién sería el primero que pronunciaría alguna palabra.

## Al fin, alguien dijo: «¿Porqué estoy viendo todas esas caras largas? Ciertamente todos deberíamos estar contentos y festejando, puesto que el mal fue definitivamente extirpado y de raíz. Ya no volveremos a soportar los sufrimientos que hemos experimentado en los últimos meses.» Por unos instantes nadie respondió, y todos miraban a quien había hablado con ojos cansados y vidriosos. Ernesto fue quien rompió ese incómodo silencio: «Tienes mucha razón. Mi cerebro me dice que tienes razón. Sin embargo mi corazón aún tiene miedo, por eso que la gente dice que hierba mala no muere, y que tarde o temprano se las arregla para volver.»

A continuación otros posibles párrafos de inicio y de fin.

<< En él intensamente se debatían las fuerzas de lo demoníaco y de lo angélico. Sus pensamientos encerraban un mundo de contrastes y contradicciones.

<< Se levantó de la cama, se vistió, y en quince minutos ya estaba esperando el subterráneo en uno de los andenes de la estación 9 de Julio, sobre la línea H que une Nueva Pompeya y Retiro. De ninguna manera quería llegar tarde a la cita. Esa entrevista era muy importante, demasiado importante. Esa reunión podía cambiar muchas cosas.

## Su lucidez parecía abandonarlo. Estaba como embriagado o como padeciendo resaca, a pesar que no era bebedor, y a pesar que esa noche tampoco había bebido ni una sola gota de una bebida espirituosa.

## Se le ocurrió que lo mejor que podía hacer era meterse en la cama y descansar, dormir unas cuantas horas, dormir hasta el mediodía del día siguiente. Encaminó entonces sus pasos hacia el dormitorio, hablando solo como si ello aliviara un poco las tensiones a las que se había visto sometido toda esa jornada: «Tengo que descansar. Debo descansar. Mañana será un nuevo día. Mañana sin duda será un gran día.»

A continuación otro posible ejemplo de inicio y de fin de una narración.

<< La razón de su literatura era buscar el sentido de lo profundo y de lo espiritual, aún en las pequeñas tareas cotidianas, aún en las pequeñas alegrías que da la vida. Mucho había escrito. Muchos cuentos y muchas novelas había iniciado, pero estos escritos en su mayoría estaban inconclusos. Solamente había publicado una novela. Sólo la que era su obra primigenia había logrado interesar a un editor.

<< Levantó su cabeza y miró el reloj-cucú. Apenas faltaban cinco minutos para las tres de la madrugada. La noche aún era joven. Era en la tranquilidad de las horas nocturnas donde encontraba el ambiente conveniente como para poder escribir. Después del amanecer y antes de la puesta de sol, le era imposible concentrarse, le era imposible encontrar la suficiente inspiración. Ese tiempo era propicio para dormir, o para hacer algún trámite en una oficina pública o en una institución bancaria, o para hacer alguna compra en algún comercio, pero no para reflexionar sobre lo profundo y lo espiritual.

## Estaba cansado, muy cansado. Sus párpados se le cerraban. Sus músculos se aflojaban. Empezó a cabecear. En eso sonó la chicharra del intercomunicador. ¿Quién podría ser a esas horas?

## Con paso lento se dirigió a la cocina para contestar, pero finalmente su mano se detuvo casi rozando el tubo del intercomunicador. ¿Qué debería hacer? ¿Debería contestar, o debería abstenerse de hacerlo? A esas horas lo más probable es que fuera algo intrascendente. O bien un cobrador, o un vendedor, o el cartero. Pero… ¿y si todo empezaba de nuevo?

Seguidamente otro posible inicio y fin a enlazar con una narración.

<< Su investigación era de punta, y sin duda permitiría la producción en masa. Ella se relacionaba con los procesos biológicos y biogenéticos. Pero atención, los resultados debían ser convenientemente protegidos.

<< El conocimiento es un producto social que es susceptible de apropiación individual. Los derechos de creación y las patentes protegen la expresión material de las ideas, pero las ideas mismas son un bien común cuyo acceso no debe restringirse.

## Sin duda nada había cambiado radicalmente, por más que mucho había sido su empeño. Las distintas formas de explotación y de exclusión social continuaban tan campantes como siempre: desempleo, subempleo, multiempleo, informalismo, prolongación de la jornada laboral, despidos, pérdidas en cuanto a la seguridad y a la estabilidad, hechos de violencia por ambas partes durante las movilizaciones sindicales, agudización de la ruptura social, superacumulación financiera frente a bolsones de pobreza y de marginación.

## Un retorno al capitalismo fordista y al estado desarrollista de bienestar ahora parecía más lejano que nunca. El posfordismo salvaje, el turbocapitalismo, parecía campear a sus anchas y sin contrapesos, y parecía haber sobrepasado el punto de no retorno.

A continuación otros posibles ejemplos de inicio y de fin de narraciones, como para que el lector inquieto tenga un número suficiente de opciones para ahora poder realizar esta práctica, eligiendo entre los ejemplos anteriores o en la siguiente lista, el comienzo y el final que mejor le acomode para el desarrollo de una posible historia.

<< Pero… ¿en qué estarían pensando las autoridades en Roma, como para ordenarle que eso hiciera? Sin duda quienes así se expresaban y quienes así reaccionaban, en los hechos estaban demostrando que no eran buenos cristianos. Cristo fue tentado muchas veces, y en particular no se dejó atraer por el materialismo, por el facilismo de cumplir con lo ritual y lo formal, relegando la espiritualidad a un segundo plano. Ciertamente Cristo tampoco se dejo seducir ni por el reconocimiento social ni por el poder. Y tampoco se dejó ganar por el egoísmo, pues insistentemente señalaba el peligro de pensar casi exclusivamente en sí, en lugar de también contemplar a los semejantes permitiendo que también ellos tuvieran su parte.

<< Con certeza era conveniente un retorno al pasado, un retorno a la búsqueda inquieta del sentido profundo del mensaje cristiano. Ciertos sectores de la institución eclesiástica son sumamente intransigentes y conservadores, y expresan su religiosidad a través de lo que supuestamente la religión impone, a través de lo que supuestamente la religión tiene de ghetto, a través de lo que supuestamente la religión tiene de dogma cerrado y excluyente.

## Siempre convenía recordar que los grandes vectores de todo pensamiento religioso se estructuran casi todos ellos sobre las siguientes bases: (1) La omnipotencia de la deidad, en contraposición a las grandes limitantes humanas; (2) La infinitud y la eternidad que acompañan lo supremo, en contraposición a lo efímero de la existencia humana y a lo limitado del alcance humano; (3) Posible existencia de un devenir mejor y más perfecto, que vendría después de la vida conocida.

## Los grandes interrogantes se plantean en todas las religiones: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el origen del mundo conocido? ¿Cuál es el sentido de la vida? De una u otra forma, con diferentes nombres, con diferentes descripciones, con diferencias en las prácticas, muy similares concepciones escatológicas están presentes en ## todas las religiones: la muerte como transición, el juicio final o supremo, el infierno, el purgatorio, el paraíso, los rituales fúnebres y las relaciones con los muertos, las verdades últimas o postreras.

<< Sin duda el mundo de hoy día está sumamente convulsionado y muy lleno de problemas. Las instituciones básicas están en crisis, y entre ellas y en la primera línea de fuego, en primer término sin duda está la familia. La violencia se expresa a sus anchas, tanto horizontal como verticalmente. Y la confusión existencial ha ganado casi todos los corazones, especialmente en la clase media. El gasto no encuentra equilibrio en cuanto a la satisfacción de necesidades, y ello sin duda profundiza la crisis de valores.

<< ¿Y qué es lo que puede hacerse ante este panorama? Bueno, las crisis también pueden ser simiente de oportunidades. Ya bien lo dice el refrán popular: A río revuelto, ganancia de pescadores. Debemos fortalecer las raíces espirituales y morales por todos los caminos posibles. Debemos aprender a gobernarnos a nosotros mismos. Debemos fortalecer las formas de autogobierno y autocontrol. Debemos luchar por la paz y por la armonía, y no solamente huir o escabullirse de las situaciones de beligerancia. En resumen, debemos rectificar rumbos, debemos cambiar de senda.

## Sin duda hay que fomentar el diálogo. Ya que la guerra nace en la mente de los hombres, es allí mismo, en la mente de los hombres, donde deben edificarse los baluartes de la paz.

<< Luís Alberto y Julio se miraron de frente y en forma desafiante. Pero ninguno de los dos quería agredir al otro. No al menos en ese preciso instante. No al menos frente a Fernanda.

<< Felizmente Fernanda habló en ese momento. Bueno, yo debo irme, debo ingresar al liceo ahora mismo, y ustedes deberían hacer otro tanto. Y los jovencitos obedecieron como corderitos.

## Amores de estudiante, flor de un día son. Las historias se repiten. Varían ciertamente los lugares y los personajes y los días del calendario, pero en el fondo los conflictos y las soluciones son muy similares de un caso a otro.

<< El día estaba pesado y gris, tal como los ánimos se expresaban en el grupo, con la única excepción de Enrique. El jovencito parecía un sapo de otro pozo. El jovencito parecía no comprender o no conocer lo que pasaba.

## Atención lectores. La historia casi ya ha llegado a su fin. Solamente faltaría agregar el desenlace. Solamente faltaría aclarar quién fue que se quedó con el dinero. Dígame lector ¿Cuál es el final que más le agrada? ¿Cuál es el final que mejor le acomoda?

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